Ya sea para poner en marcha el deseo sexual, para experimentar una mayor excitación o satisfacción, para dejar a un lado el estrés y las tensiones diarias, para subirse la autoestima y sentirse más atractiva, para preparar un encuentro sexual, incluso para conocerse un poco más y ver dónde están los límites de la propia imaginación, las fantasías sexuales son un juego sano que nunca debes dejar de practicar.
Te comentamos las cinco fantasías eróticas más habituales de las mujeres, algunas de las cuáles seguramente ya conocerás y otras que -esperamos- estarás encantada de conocer.
Top 4
#4 Lésbico
Al contrario de lo que pasa con los hombres, imaginar un encuentro sexual con alguien del mismo sexo no es un tema tan tabú, siendo una fantasía muy común en las mujeres y sin importar las preferencias sexuales de cada una.
#3 Ser observada
Es una fantasía un tanto exhibicionista que trata sobre ser vista, o incluso espiada, mientras se mantienen relaciones sexuales o mientras una se está masturbando. Aquí lo que sube la libido es la idea de tener este poder para provocar y convertirse en el objeto de deseo de otra persona, algo que hace que el ego sea reforzado y se potencie la autoestima.
#2 El desconocido
La idea de la atracción irresistible, el misterio y la emoción del riesgo confluyen en esta fantasía protagonizada por un desconocido con el que necesitas tener un encuentro rápido, muy pasional y normalmente en algún lugar poco habitual, lo que contribuye a elevar la temperatura.
#1 Dominación
Fantasear con ser dominada y sometida, adoptando libremente un rol de sumisa, siempre ha tenido un lugar destacado en el imaginario sexual femenino. Y esta preferencia se refuerza con el boom comercial que ha habido en los últimos años debido a novelas y películas de moda. Quizá es la fantasía que más opciones ofrece y en la que pueden incluirse casi todos los componentes que hemos comentado en esta lista.
Las fantasías sexuales son algo íntimo que cada uno es libre de compartir o de guardar en su intimidad, así como de llevarlas a cabo, aunque esto último a veces puede ser un poco decepcionante, al romperse la magia de la propia fantasía, y otras veces puede meterte directamente en algún problema. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el cerebro es nuestro principal órgano sexual y que hay que tenerlo bien entrenado para poder rendir a un buen nivel cuando la ocasión lo requiera.
Antonio Mateo
Inpside | Psicólogo en Barcelona
